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martes, 7 de abril de 2009

¿EXISTIÓ REALMENTE JESUCRISTO?

¿EXISTIÓ REALMENTE JESUCRISTO?

Dos razones justifican el planteamiento de este problema; de hecho se ha negado la existencia histórica de Jesucristo, aunque hoy día nadie la niega aún en el campo racionalista.Una segunda razón es el hecho mismo del culto que se da a Cristo a fuerza de idealizar su figura humana en el arte y el culto, parece que se aleja de la realidad histórica.

1. LA NEGARON.

Negaron la existencia histórica Dupuis (1743-1809) y Volney (1757-1820). Bruno Bauer enseña durante cuarenta años (1840-1880) que todas las figuras del cristianismo primitivo son ficciones literarias. Kalthoff, muerto en 1906, afirmó que el cristianismo no debe su origen a Cristo, sino a las condiciones sociales del siglo II. Jensen, H.Zimmern, H; Wickier acuden a las tradiciones asirobabilónicas para explicar la creación de Cristo. John Mackinson se apoya en las tendencias politeístas del pueblo judío. William Benjamín Smith apela a una secta pre-cristiana que tenia un dios llamado Jesús.

Arturo Drews publicó en 1909 su primera obra contra la existencia histórica de Jesús. Cuando reanudó sus publicaciones en 1921, después de la primera guerra mundial, no tuvo la misma acogida. Sus publicaciones nihilistas llegaron hasta 1927, pero sin que la ciencia las tomara en serio. En Francia y Bélgica tuvo gran resonancia la obra de L. Couchoud, publicada en París en 1924 con el título “Le mystére de Jesús”. Los adversarios de la existencia histórica no aportan razones históricas. Forman su teoría a base de los datos que recogen de la historia de las religiones comparadas con la vida y la teología de Cristo. Esto explicaría, por otra parte, por qué los estados civiles laicistas fomentan la enseñanza de la “Historia de las Religiones”…. La crítica liberal del siglo SEX y la Escuela de la Historia de las Formas nunca tomaron en serio la inexistencia histórica de Jesús. R. Bultrnann, el crítico que más avanza en el negativismo histórico, no puede menos de reconocer como un hecho la existencia de Jesús, aunque reduce su historia al mínimo.

2.- LA ARQUEOLOGÍA DICE QUE SI.

Para negar la existencia histórica de Jesús hay que renunciar no sólo a la literatura cristiana, sino a parte de la no cristiana, y sumergir en el misterio de lo inexplicable lo que hoy llamamos “cultura occidental”. La geografía de Palestina, con sus múltiples excavaciones y hallazgos arqueológicos, que van sacando a la luz los monumentos cristianos del período romano y bizantino, son un monumento insobornable del paso de Jesús por la tierra.

3.- LOS CUATRO EVANGELIOS.

Los cuatro Evangelios, estudiados como ningún otro libro, son escritos muy cercanos a los días de Jesús, que ascienden a sus propios discípulos.

4.- PABLO.

Nació algunos años más tarde que Jesús y recogió todo el ambiente judío y jerosolomitano conmovido por la predicación y los hechos del profeta de Nazaret. Con que se admita una sola de sus cuatro grandes cartas, donde habla de los primeros apóstoles, de los parientes de Cristo, de su vida y estado, de las cuestiones y controversias relacionadas con las primitivas cristiandades, habrá que rechazar como impropios de la ciencia los conatos de deshacer la existencia histórica de Jesús.

5.- ESCRITOS CRISTIANOS DE LOS SIGLOS I Y II.

Los escritos extracanónicos de fines del siglo I y principios del II están todos llenos de lo que Pablo llamaba “La ciencia de Cristo crucificado”; el símbolo de los apóstoles, la Didaché, la carta de Bernabé, Clemente Romano, Ignacio de Antioquia, Arístides de Atenas, Aristón de Pella. El filósofo, Justino, natural de Samaría y muerto en el 165 cuando escribe su primera Apología dice que hacía 150 años que había nacido Jesucristo en una cueva cercana a la aldea de Belén y que él había conocido los arados hechos por el carpintero de Nazaret. Orígenes en el siglo III escribe: “Se muestra en Belén la cueva donde nació Jesús. El hecho es público en todo el país. Los paganos mismos saben que en esta gruta nació un cierto Jesús adorado de los nazaremos Tertuliano, que nació en Cartago hacia el año 160, y estaba especializándose en leyes e instituciones romanas, dice que en los documentos oficiales de Roma podía verse la genealogía de Cristo y el nombre de sus padres en el censo realizado en tiempo de Augusto.

6.- LA LITERATURA JUDÍA POSCRISTIANA.

No puede prescindir de Jesús, aunque sea sólo para calumniarlo, J. Klausner, profesor en la unidad Hebrea de Jerusalén, escribe una biografía sobre Jesús, que es muy pronto traducida del hebreo al inglés, al alemán y al francés. En la parte que dedica a las fuentes, estudia ampliamente el testimonio de Talmud. M. Coguel, decano de la facultad de teología protestante de París, dedica todo el capítulo II a las fuentes no cristianas sobre Jesús y menciona al Talmud, Flavio Josefo, a Plinio el Joven, Tácito y Suetonio.

Flavio Josesfo, historiador judío que escribió hacia el año 90 de nuestra era sus “Antigüedades Judías”, menciona en esa obra dos personajes de la historia evangélica: Juan Bautista y Santiago, hermano del Señor. A propósito del primero, indica su muerte por Heredes Antipas; el segundo es llamado “hermano de Jesús, por sobrenombre Cristo”.

7.- FUENTES ROMANAS.

También aquí los textos son generalmente breves, pues a los autores no les interesaba una Vida de Jesús, pero los autores atestiguan la

existencia de Cristo y de una religión fundada por El, lo mismo nos dicen los Evangelios .

Suetonio menciona a Cristo a propósito de un edicto del emperador Claudio expulsando a todos los judíos de Roma, por los desórdenes que había promovido el barrio judío a propósito de Cristo. “Claudio expulsó de Roma a los judíos convertidos en una causa permanente de desórdenes a impulsos de un tal Crestos! Acontecimiento que es recordado en los Hechos de los Apóstoles. En el año 52 Pablo encuentra en Corinto a Aquila y Oriscila, recién llegados de Italia: “Por haber decretado Claudio que salieran de Roma todos los judíos” (Hch. 18,2)

El mismo historiador hace de paso una mención de los cristianos a propósito de los suplicios a que se les sometía bajo Nerón. “Se infligió a los cristianos, gente dada a la superstición nueva y maléfica”.

Tácito habla también de los cristianos a propósito del incendio de Roma. Su texto es mucho más importante porque es más circunstanciado. Los menciona relacionándolos con Cristo afirmando que éste fue ejecutado en Judea bajo Tiberio, por orden del procurador Poncio Pilato: “Este nombre les viene de Cristo a quien, bajo el principado de Tiberio, Poncio Pilato entregó al suplicio; esta detestable superstición, reprimida por el momento, se manifestó de nuevo, no sólo en Judea, donde había nacido el mal, sino también en Roma, a donde afluye y encuentra numerosa clientela todo lo que hay de horrible y vergonzoso en el mundo”.

Plinio el Joven, gobernador de Bitnia, en una carta al emperador Trajano le pregunta qué conducta ha de seguir respecto a los cristianos de su provincia. A este propósito, indica el resultado de la encuesta que ha hecho como consecuencia de numerosas denuncias: “Afirmaba tener costumbre de reunirse en días fijos, antes de salir el sol, para cantar a Cristo, considerado como Dios. Un cántico alternado, y comprometerse por juramento a no cometer crimen ninguno sino abstenerse del robo, asesinato, adulterio, infidelidad… Después de esto se separaban para volver a tomar un alimento común e inocente”.

A estas fuentes literarias se podría añadir el descubrimiento epigráfico hecho recientemente en el litoral palestinense, en Cesárea, y lleva el nombre de “Pontius Pilatus”. Es la primera vez que se halla mencionado su nombre fuera de las fuentes literarias que están relacionadas casi todas con Cristo.

8. LA IGLESIA VIVIENTE.

La existencia de la Iglesia actual prueba la existencia de Cristo, pues ésta no se explica sin Aquél. Cristo es la causa de la existencia de la Iglesia como sociedad y él recuerdo siempre presente en su culto. “La Iglesia cristiana es una de las realidades de nuestro tiempo que podrá agradar o no, pero no puede ignorar ningún observador inteligente del panorama contemporáneo. Por tanto, cuando tratamos de estudiar los acontecimientos de los que surgió el papel que desempeñó en ellos su fundador, no procedemos como los arqueólogos, que reconstruyen un organismo extinguido. Los acontecimientos forman parte del edificio viviente de una sociedad contemporánea, cuya dependencia de su fundador es un rasgo permanente de su continuada existencia”. (C.H.Dodd)

sábado, 7 de febrero de 2009

Nuestra Identificación con Cristo - Segunda Parte

Ahora aquí están las Escrituras, varias traducciones, y algunas confesiones para hacer, cubriendo cada etapa de esta obra:

Fui crucificado con Cristo.

Gálatas 2:20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.

(Jerusalén) He sido crucificado con Cristo, y yo vivo ahora no con mi propia vida sino con la vida de Cristo que vive en mí. La vida que ahora vivo en este cuerpo la vivo en fe: fe en el Hijo de Dios que me amó y se sacrificó a Sí mismo por mi causa.

(Diaglott) He sido crucificado juntamente con Cristo...quien me amó aún hasta entregarse Él mismo a mi favor

(Way) Sí, he compartido la crucifixión del Mesías. Yo estoy viviendo de verdad, pero no soy yo el que vive, es el Mesías cuya vida está en mí...

(W.T.) Estoy fijado en el madero junto con Cristo. Ya no soy yo el que vivo, antes bien, es Cristo el que vive en unión conmigo. En verdad, la vida que ahora vivo en carne la vivo por la fe que es para con el Hijo de Dios, que me amó y se entregó por mí.

(Laubach) ...Cristo me tomó con Él a la cruz, y yo morí allí con Él.

(Marshall) Con Cristo he sido co-crucificado...

(ASV, NASV, RSV, NEB, NIV, Amplified, 20th Century, Williams, Worrell, Bible Union, muchas otras) He sido crucificado con Cristo...

(Beck) Fui crucificado con Cristo...

Fui crucificado con Cristo. Mi viejo hombre fue crucificado con Él. Cristo tomó mi viejo hombre a la cruz con Él, y yo morí allí con Él. La cruz fue la manera de Dios de deshacerse del viejo "yo". Fui crucificado con Él, sin embargo, yo vivo; pero no el viejo "yo", sino que Cristo vive en mí. Cristo vive en mí. Yo vivo por fe en el Hijo de Dios. Yo ando por fe, no por vista. Yo gobierno mi vida por fe en la Palabra de Dios y por lo que Él dice que yo soy y por lo que Él dice que yo tengo en Cristo.

Gálatas 6:14 Pero lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo.

(Norlie) ... En ella el mundo ha sido crucificado para mí, y yo he sido crucificado al mundo.

(W.T.) ...mediante quien el mundo ha sido fijado en un madero para mí, y yo para el mundo.

(RSV, NASV, NIV, Williams, Amplified, 20th Century, Marshall, Berkeley, Barclay, Moffatt, otras) ...el mundo ha sido crucificado para mí...

Fui crucificado con Cristo. Por Su cruz he sido crucificado al mundo y el mundo me ha sido crucificado. Estoy en el mundo pero no soy de este mundo. El mundo no me puede engañar ni dominar. (La cruz con su vergüenza y reproche significó separación absoluta del mundo -- de su encanto y falsedad). He sido crucificado al mundo con Cristo.

Romanos 6:6 sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado.

(Way) Esto reconocemos, que nuestro viejo hombre fue clavado a Su cruz con Él, de modo que el cuerpo, el cual fue el instrumento del pecado, pueda ser hecho impotente para el mal, para que no podamos más ser esclavos del pecado.

(20th Century) Porque debemos reconocer el hecho de que nuestro viejo hombre fue crucificado con Cristo, de modo que nuestro cuerpo pueda cesar de estar bajo la tiranía del pecado, para que no más seamos esclavos del pecado.

(Translator's N.T.) Esto sabemos, que nuestro antiguo hombre fue crucificado con Él de modo que nuestro hombre pecaminoso pueda ser destruido y no más seamos esclavos del pecado.

(W.T.) Porque sabemos que nuestra vieja personalidad fue fijada en el madero con [Él], para que nuestro cuerpo pecaminoso fuera hecho inactivo, para que ya no sigamos siendo esclavos del pecado.

(Good News) Y sabemos que nuestro viejo hombre ha sido puesto a muerte con Cristo en Su cruz, de modo que el poder del hombre pecaminoso pudiese ser destruido...

(Amplified) ... nuestro viejo (no renovado) hombre fue clavado a la cruz con Él de modo que [nuestro] cuerpo, el cual es el instrumento del pecado pudiese ser hecho inefectivo e inactivo para el mal...

(Jordan) ... para que la vieja naturaleza pecaminosa pudiese ser aniquilada, y nosotros no necesitemos más ser adictos al pecado.

(Letchworth, Noli) ... nuestro vieja naturaleza fue crucificada...

(Knox) ... nuestra antigua naturaleza ha sido crucificada con Él...

(ASV, NASV, NIV, Marshall, Young, Norlie, Centenary, otras) ... fue crucificada...

(Moffatt, NEB, Fenton) ... ha sido crucificada...

Mi viejo hombre fue crucificado con Cristo. Mi viejo ser fue crucificado con Él. Mi vieja naturaleza fue crucificada con Él. La vieja persona que yo solía ser fue clavada a la cruz con Él. Soy un nuevo hombre, un nuevo ser, una nueva creación. Mi naturaleza pecaminosa ha sido aniquilada. Ya no soy más adicto al pecado. Mi cuerpo no es más el instrumento del pecado. Mi cuerpo ha sido hecho impotente e inactivo para el mal. No soy más un esclavo del pecado. La tiranía del pecado sobre mí ha sido rota. Mi viejo hombre, mi viejo ser, mi vieja naturaleza, fue crucificada con Cristo. Yo conozco, reconozco y acepto el hecho de que mi viejo hombre fue crucificado con Cristo. El viejo (pon tu nombre) fue Crucificado con Cristo.

viernes, 30 de enero de 2009

Nuestra Identificación con Cristo - Primera Parte

IDENTIFICACIÓN

Por "Identificación" queremos decir que Dios nos identificó con Cristo en Su Obra Redentiva (muerte, sepultura, resurrección, etc.) El Diccionario Webster's Collegiate dice que identificar significa "hacer idéntico, considerar o tratar como lo mismo". Dios nos consideró muertos con Cristo, sepultados y resucitados con Él. Esta Identificación de nosotros con Cristo está basada en dos hechos:

1) Jesús fue nuestro Sustituto, actuando en nuestro lugar, de modo que lo que Él hizo fuese puesto a nuestro crédito. "Dios puso Su Amor por nosotros más allá de toda duda por el hecho de que Cristo murió a nuestro favor cuando aún éramos pecadores" Romanos 5:8 (20th Century N.T.). Lo que Él hizo fue puesto a nuestra cuenta, debido a que fue hecho por nosotros (a nuestro favor).

2 Corintios 5:14 Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si uno murió por todos, luego todos murieron:

(Weymouth) Porque el amor de Cristo nos vence, siendo ésta la conclusión a la cual hemos llegado -- que habiendo muerto Uno por todos, Su muerte fue la muerte de ellos.

(Good News) Estamos gobernados por el amor de Cristo, ahora que reconocemos que un hombre murió por cada uno, lo cual significa que todos ellos comparten Su muerte.

(W.T.) Porque el amor que el Cristo tiene nos obliga, porque esto es lo que hemos juzgado, que un hombre murió por todos; así pues, todos habían muerto.

(Way) ... a esta conclusión hemos llegado -- Uno murió por causa de todos: en Él todos ellos murieron.

(Conybeare) ... si uno murió por todos, entonces todos murieron en Él.

(Jordan) ... En un sentido, entonces, todos nosotros morimos cuando Él murió por todos.

(Laubach) ...Sabemos que Cristo murió por todos nosotros. Así nuestro viejo yo
murió con Él...

2 Corintios 5:19 dice que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.

(Amplified) Fue Dios (personalmente presente) en Cristo, reconciliando y restaurando al mundo al favor con Él mismo, no tomando en cuenta ni manteniendo en contra [del hombre] sus transgresiones [pero cancelándolas]; y encomendándonos a nosotros el mensaje de reconciliación -- de la restauración al favor.

(Wand) Aquel ministerio está basado en el hecho de que Dios estuvo en Cristo reconciliando al mundo consigo mismo, borrando el balance de débito de nuestras transgresiones y estableciendo Su reconciliación a crédito de nuestra cuenta.

(W.T) A saber, que Dios mediante Cristo estaba reconciliando consigo mismo a un mundo, no imputándoles sus ofensas, y ha encomendado a nosotros la palabra de la reconciliación.

2) Jesús se volvió exactamente lo que nosotros éramos en el espíritu, así que Dios lo vio a Él como siendo nosotros. Él fue tratado como si fuésemos nosotros. Fuimos identificados con Él.

2 Corintios 5:21 dice: Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.

(Translator's N.T.) ...Dios lo hizo hacerse el pecado mismo a nuestro favor...

(Good News) ...Dios lo hizo compartir nuestro pecado...

(Jerusalén) Por nuestra causa Dios convirtió en pecado al que era sin pecado..

(New English) ... Dios lo hizo uno con la pecaminosidad de los hombres...

(Knox) ...Dios lo hizo pecado por nosotros...

(Wade) A Aquél que no tenía familiaridad con el pecado, Dios por nuestra
causa lo trató como la encarnación del pecado...

(Living Bible) Porque Dios tomó al Cristo sin pecado y derramó dentro de Él nuestros pecados.....
Isaías 53:9 Y se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte (Hebreo: plural, "muertes") ...

Mateo 27:46 Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?

Estuvimos muertos en pecados (Efesios 2:1,5). Jesús se volvió pecado y murió en espíritu, volviéndose exactamente como nosotros éramos.

Fuimos identificados con Él.