MUERTE
Todos estamos familiarizados con los detalles finales de la ejecución de Jesús.
Para que no se profanase el sábado, los judíos solicitaron que se diera fin a los condenados y fueran sacados de las cruces.
El método común de terminar una crucifixión era por "crurifragio" (cruris: piernas y fragere: romper) o sea la fractura de los huesos de las piernas.
Esto le impedía a la victima empujarse hacia arriba y la tensión de los músculos del pecho no se podía aliviar: la asfixia sobrevenia con rapidez.
Las piernas de los dos malhechores fueron fracturadas, pero cuando los soldados se acercaron a Jesús vieron que esto era innecesario.
Aparentemente para asegurarse doblemente de que estaba muerto, el legionario le clavo la lanza entre las costillas hacia arriba a través del pericardio llegando al corazón.
Juan 19: 34 dice: "Inmediatamente brotaron sangre y agua".
De modo que se produjo un escape del fluido acuoso de la bolsa que rodea el corazón y la sangre del interior del corazón.
Esta es una evidencia post-mortem bastante concluyente de que Jesús murió, no de la muerte común de crucifixión -por asfixia- sino de falla cardiaca, debido al espasmo y compresión del corazón por el liquido acumulado en el pericardio.
RESURRECCION
En estos hechos hemos dado un vistazo al colmo de la maldad que el hombre puede exhibir contra su prójimo y hacia Dios.
Esta es una horrible visión y probablemente nos deje desanimados y deprimidos.
Pero la crucifixión no fue el fin de la historia.
Cuan agradecidos podemos estar de que tenemos una continuidad -un vistazo a la infinita misericordia de Dios para con el hombre- el don de la redención, el milagro de la resurrección y la expectativa de la mañana de Pascua.
sábado, 23 de febrero de 2008
LA CRUCIFIXION DESDE EL PUNTO DE VISTA MEDICO - QUINTA PARTE
Publicado por Ricardo Botto en 14:51
Etiquetas: crucificción, cruz, Jesús, muerte
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